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Introducción

Introducción:


Cartas a Lorraine es una sección en la cual hablaré sin tapujos de cualquier tema que me ronde la cabeza de la manera más transparente posible, haciéndole llegar al lector mi forma de ver el mundo.

Lorraine es un ser ficticio, el cual usaré como receptor de mis pensamientos escritos en este blog, en pocas palabras, Lorraine sois todos vosotros, pues mis cartas irán dirigidas a todo aquel que quiera leerlas. Simplemente, me parece mucho más atractivo ponerle un nombre propio a una sección tan personal en vez de dirigirme a todos vosotros como "Queridos lectores..."


Solo me queda decir que sois todos bienvenidos, por lo que a mí respecta, la diferencia entre etnias, creencias, ideologías... ect; no existe. Por lo tanto, todo el mundo tendrá derecho a comentar siempre y cuando se respeten al resto de personas (yo/a mi incluido). A quien no le guste lo que escribo, que se ahorre sus improperios o criticas no constructivas ya que es libre de cerrar la pestaña de mi blog, buscarse otro tipo de lectura o hacer algo un poco más acorde con su personalidad.


Gracias a todos

Os deseo una agradable lectura.

viernes, 22 de marzo de 2013

Un nuevo esquema (educación)


Querida Lorraine:


Hoy dejo que otro nuevo suceso de mi vida cotidiana sea juez y parte en una nueva crítica a la sociedad. Aunque más que nueva, debería llamarla algo así como: “Un nuevo esquema, acerca de ese detalle reiterativo que mantiene despierto y pensativo al hombre conocedor del problema”. En resumen, la educación.

Y dígase sobre la educación, en la España de mis días, que poco mejora.

Hace cosa de un par de semanas me ocurrió algo de lo más inesperado, algo que creía ver reducido a un grupo más selecto de ignorantes o entre la gente de poco saber, antes que poder llegar a encontrármelo en pleno corazón de la capital.
Mientras caminaba tranquilamente por el centro de mi ciudad, tuve el desafortunado percance de toparme con los individuos menos educados de todo Madrid. Adolescentes, sin más sabiduría que la que pueda tener un gato de cerámica, decidieron que era momento oportuno de mofarse de mis formas y vestimentas. Alegando que el sombrero estilo “fedora” que adornaba mi cabeza, junto a una supuesta altanera forma de caminar, me hacían parecer un prepotente y un chulo. Comentarios de esa índole recorrieron las bocas de los chicos y chicas que me victimaban desde la distancia.

Más allá de corresponder a sus improperios y exabruptos, me puse a pensar y a deducir un razonamiento lógico del porqué de la afrenta:

-Puedo suponer que la necesidad de meterse con alguien que vista diferente a ese grupo de personas, se vea mecida por un arrebato de envidia, por el echo poseer, yo algo, que ellos desean... pero, dado que a día de hoy, conseguir un sombrero es más fácil que encontrar a un gato rondando una pescadería, diré que es por la falta de respeto y educación que han recibido.- Pensé.

Y así, esta pobre deducción, me llevó a pensar algo más allá. Recordé como amigos míos (que ya eran padres) culpaban al actual profesorado Español por no saber educar a sus hijos en su horario lectivo. Los acusaban de no lograr resultados positivos en cuanto a la educación y comportamiento de sus hijos, sosteniendo sus quejas sobre un pobre fuste tal como: “Para eso mando a mi hijo a la escuela, para que lo eduquen y lo formen” y, de forma inherente, mis amigos profesores culpan a los padres por no darle unos valores básicos en casa, apoyándose en frases como: “Bastante tengo yo, con más de 30 niños de ratio por clase, como para enseñarles modales entre lección y lección de biología”.

Unos se lavan las manos a costa de los otros y viceversa. Ahora bien ¿Alguien se ha parado a pensar quien es realmente el que sale más perjudicado de esta afrenta? Y, si es así ¿Son acaso ambas partes tan estúpidas de no poner fin a esta falsa rivalidad?

La educación completa de cualquier niño es que reciba unas bases de educación, respeto, solidaridad, compañerismo y esfuerzo en casa, para así, saber comprender la función que cumple su maestro y cual debe ser su respeto y obediencia hacia él. Harto he quedado ya, de ver como a cualquier profesor se le falta el respeto de una forma cruel y ofensiva...
Puedo recordar una espantosa situación, en la que uno de mis profesores pudo perder la vista a raíz de una paliza que recibió de sus alumnos. Los cuales no obtuvieron ningún tipo de correctivo.

El niño es un gran imitador, en este caso de sus padres. Si quieres que tu hijo lea libros, predica con el ejemplo. Si quieres que tu hijo no se trague horas y horas de televisión en su tiempo libre, predica con el ejemplo y si no quieres que tu hijo se convierta en un vándalo de pacotilla, esfuérzate por educarle, por que él es tu responsabilidad.
También he de poner de manifiesto que no toda la culpa es de los padres. Maestros y profesores pueden ser ese gran empujón que lleve a tu hijo al borde de la mediocridad. Docentes no cualificados correctamente pueden hacer grandes estragos en una amplia clase repleta de niños.

Y ¿quién tiene la culpa de todo esto?
Nosotros, ni más ni menos.
Somos nosotros quienes dejamos que partido político tras partido político nos impongan unas nuevas reformas educativas que para nada ayudan a mejorar la educación en España. Simplemente se dedican a meter en nuestros libros los contenidos que “Ellos” creen necesarios para una educación correcta. Son políticos los que colorean los libros de los que luego nos vamos a alimentar durante años, no son profesores o especialistas en educación. Cuando esto debería ser al revés, los maestros y profesores que se encargan día a día de la educación de los estudiantes, son los que ven de primera mano, qué deficiencias hay en el sistema educativo español y creo, firmemente, que ellos irán mejor encaminados a desarrollar, enriquecer y acrecentar su propio sector.

En países como en España, la nota que necesita sacar un alumno en selectividad para convertirse en docente, es de 5, el aprobado más bajo. Sin embargo, en países como Finlandia, la nota requerida para desempeñar el mismo trabajo debe ser superior a 9.
Es por eso, que esta carrera se ha ido convirtiendo con el paso de los años en el basurero de toda educación española, recibiendo estudiantes, que en un último alarde de esfuerzo y, tras no conseguir llegar a la nota requerida en las carreras que de verdad deseaban estudiar, corren como hienas a la carroña hacia este sector, para convertirse en educadores.
¿De verdad piensas que va a poner el mismo interés una persona que disfruta enseñando a los alumnos, a otra persona distinta, frustrada por no conseguir estudiar lo que más le motiva?
Yo, lo dudo muchísimo. Bastantes son los profesores con los que me he topado a lo largo de mis estudios que poca profesionalidad presentaron, frente al escaso número de ellos que de verdad les veías enseñar con empeño y dedicación...

La deficiente educación española es un gran impulsor de la estupidez humana...

Deberíamos hacer un esfuerzo bárbaro por la educación en este país, si no queremos verla hundida en la más absoluta miseria...

A todo esto añadir, que aquella persona que crea o piense que recortando a la sociedad en sanidad, educación e I+D+i (Investigación, Desarrollo, innovación), puede conseguir sacar a un país del bache de la crisis económica, por favor, que se haga un favor a sí mismo y a los demás y que vuelva a matricularse en todas las materias desde educación infantil a la mayor brevedad posible, porque hay algo en su educación básica, que anda bastante mal...

Y por último, decir que siempre estaré agradecido por todos aquellos maestros y profesores que no sólo lograron aguantarme, sino que además me incentivaron a seguir con mis estudios, demostrándome que una persona bien formada en sus estudios, es mucho más competente que otra cualquiera que se conforme con lo básico


Gracias por leerme.
Te escribiré pronto.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Querida misantropía y querida falta de educación


Querida Lorraine:

Hoy me ha ocurrido algo un tanto peculiar, pero que es, a día de hoy, un gran distintivo de esta ciudad en la que vivo. He llegado a un establecimiento público (ya sea un banco, un centro sanitario o una pescadería...) y como siempre, he dado los buenos días, a lo que no solo no he encontrado más respuesta que el eco mismo de mi voz, sino que además se me ha mirado con cara de desprecio, como si fuese un bicho raro por desear los buenos días.

Buenos Días, en calidad de saludo y según el diccionario de la RAE (Real Academia Española), significa: “Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses, interesándose por su salud o deseándosela, diciendo adiós, hola, etc.”

Llevo ya alrededor de un año viviendo en Madrid y he de decir que este exceso de hosquedad no es la primera vez que me lo encuentro. He visto docenas de actos de esta envergadura en el Metro, cuando por ejemplo, la gente joven no quiere ceder su asiento a gente de una edad avanzada o mujeres embarazadas; Cuando un discapacitado pide ayuda y el resto de viajeros pasan a su lado con prisa como si esta persona tuviese la peste; Cuando hay una señora mayor que necesita de nuestro apoyo para subir la escalera, y un larguísimo etc...

¡¡El madroño está podrido y la educación es más propia de un animal pesado, grande y peludo que la de un ser humano!!

Entiendo perfectamente que la gente se encuentre ensimismada en las cavilaciones de sus propios problemas, dada la situación general del país. Lo que no alcanzo a entender es que las personas que actúan con esta metodología (que a menudo son los seres menos alegres), no se puedan llegar a dar cuenta que un “gracias” por parte de una persona, junto a esa sonrisa que solo a ti te está dedicando por haberla ayudado, es casi todo lo que necesitas para ser feliz ese día.

¡¡Ayudar a los demás no es perder el tiempo, es hacer feliz a otro y sentirte bien contigo mismo por haber sido responsable de un acto utilitario!!

Este ambiente cargado de misantropía, la falta de educación y de decoro hacia el resto de personas es lo que hace preguntarme día a día si no estamos haciendo mal las cosas, después de tantos avances tecnológicos como tenemos y de tan avanzada inteligencia como creemos tener, parece que vamos encaminados a la involución de la educación y el respeto.

Sin otro particular, me despido

Gracias por leerme
Te escribiré pronto

19/12/2012 18:57

lunes, 17 de diciembre de 2012

Un paseo al baúl de los recuerdos - Antiguos Escritos 02

Querida Lorraine:

Hoy a llegado hasta mi (como si se tratase de un putrefacto olor a carne descompuesta, que molesta, si no te mueves del sitio) la imperiosa necesidad de abrir los ojos, de dejar de hacer que no me importa, de dejar de hacer que no me duele y ayudar a los demás.

<¿Cómo?> Me he preguntado mientras observaba como ardía la piel de papel de arroz que erigía mi cigarro. Y ahí mismo encontré la respuesta...

Quemar, consumir, destruir o derrotar al gobierno que hoy nos intenta inculcar que esta vida que nos imponen a base de tinta plasmada en aprobados que “ellos” mismos redactaron, son la mejor vía para levantar un país al borde del colapso general.

“ellos”...
llámense “ellos” aquellos miembros selectos y elegidos a dedo que no contentos con hundir la nación, quieren que volvamos a una época de iletrados borregos que deberán refugiarse en la Fé de su religión y en el santo y devoto honor de trabajar por nada, por nadie y para todos menos para ti mismo.

Este gobierno derechista que hoy desangra nuestros bolsillos, exprimiéndonos como si ya hubiésemos perdido todo vestigio de orgullo y humanidad...
no doy crédito...

Y espero que no te confundas, mi querida lectora; pues hoy no es que me haya levantado con el pié “izquierdo”. Sino que hoy he abierto los ojos y me he dado cuenta que el mundo en el que vivo se ha dado la vuelta y ya no entiende de izquierda ni derecha; solo va hacia atrás.

¿Quién se puede tragar lo que nos están contando?
Reduciendo el dinero público en una educación primordial para cualquier ser humano para aumentar los tributos a la Santísima Iglesia Católica y al ejercito.
Reduciendo el dinero público en Sanidad a un ritmo vertiginoso en muy poco tiempo para así hacerla más deficiente.
Muchos de los servicios que antes se prestaban, ya no se prestan y han de ser los particulares los que solucionen sus trámites por su cuenta y riesgo.
¿Qué ocurre con esto?
La gente, al ver (y sufrir) el servicio tan lamentable que se le presta, termina por quejarse de lo público y piden una gestión privada.

Los políticos gobernantes de turno saben bien como jugar al juego del engaño, haciéndonos creer que la idea es nuestra para así poder seguir beneficiándose de un modo que planearon desde el principio.
Empeoran a propósito los servicios públicos y su funcionamiento y así tienen asegurada la queja del ciudadano.

Con esto me despido.

Gracias por leerme
Te escribiré pronto

23/09/2012  4:51